Queridos lectores:
Confianza es poder depender emocionalmente con libertad de otro ser humano, convencido de que esa persona no te hará daño.
Todos los seres humanos tenemos el derecho legal a que honren nuestra confianza dada, así como el de confiar en otros. Pero normalmente tomamos a la ligera el concepto real de lo que significa dar y comprometerse a aceptar la confianza de otro.
Confianza es un compromiso voluntario de la persona a ser vulnerable con otra en pos de recibir el mismo grado de compromiso que se esta entregando, cuando esto no sucede, se rompe o se abusa de la misma surgen problemas de todo tipo, ocasionando muchas veces daños emocionales graves.
Las personas hablan de la confianza como de un espejo, frágil y hermoso que al romperse puede repararse pero queda roto de por vida, un espejo remendado nunca vuelve a ser ni lo bello, ni lo útil que fue y se lo termina desechando por que se ha vuelto deforme.
Precisamente esto pasa cuando confiamos en alguien y esa persona ha traicionado nuestra confianza, se vuelve una relación deforme que a la larga si no hay intervención y sanidad divina de parte de Dios terminaremos desechandola.
Después de que hay traición de confianza, nada entre los involucrados nunca mas volverá a ser igual.
Es nuestra obligación como padres de enseñar a nuestros hijos sobre este delicado tema, para que ellos puedan salvaguardar su autoestima de posibles depredadores dañinos que pueden destruir su confianza en el futuro.
He aquí lo sagrado de dar o recibir esta confianza, tendremos que ser adultos responsables desde muy jóvenes para escoger a quien damos nuestra confianza y si esa persona o personas se lo merecen.
Debemos entrar en un proceso de saber juzgar con cordura y madurez a otro ser humano, debemos ser inteligentes para medir a tiempo las intenciones de otras personas, tenemos que aprender a observar las acciones y no solo las palabras de la gente en la que vamos a depositar nuestra confianza.
Esto debe convertirse en un arte obligatorio en cada uno de nosotros!
Por el contrario el no hacerlo nos traerá problemas futuros y malas experiencias.
Tengamos siempre en mente que somos nosotros los que estamos en riesgo al no medir cuan grande galardón de nuestra parte esta en juego, por extender confianza a otro si este no es merecedor de la misma.
Solo Dios es realmente digno de toda confianza, por que al contrario de los seres humanos es infalible.
Amigos y amigas queridas pidamos a Dios sabiduría para mantenernos dignos de la confianza ajena y a su vez poder tener el suficiente discernimiento espiritual de escoger correctamente las personas en las que podemos confiar, no tomemos a la ligera esta decisión.
Si hasta ahora nos hemos equivocado al confiar en personas que han roto la misma y no la han valorado, superemos estas heridas que dejaron tan malas decisiones donde fuimos heridos y traicionados y no volvamos a repetir el mismo error una y otra vez.
No permitamos falta de respeto y abuso hacia tu persona, dejando que estas personas causen daños emocionales profundos e irrevocables en tu vida.
Amigos y amigas exijamos de otros lo bueno, agradable y perfecto que Dios quiere para cada uno de nosotros, escojamos solamente lo mejor que la vida pueda darnos, propiciando tener relaciones confiables en todo ámbito en que inter-actuemos en nuestras vidas.
Si nosotros no nos valoramos lo suficiente y necesario para escoger quien es digno o no de nuestra confianza, nadie mas va a hacerlo por nosotros.
Allá afuera es una verdadera jungla, cada quien ve por si mismo y sus conveniencias, priman el egoísmo y el culto al ego antes que nada.
Si no aprendemos a escoger quien es verdaderamente digno de confiar, lo ultimo que recibiremos es compromiso para honren tan preciado tesoro como es !nuestra confianza!
Con el cariño de siempre,
Rita Maria
No hay comentarios:
Publicar un comentario